Pocos han tenido acceso al texto original que Joaquín Juste y Garcés publicó sobre la osa en 1875 a raiz de un viaje que, según él, realizo al macizo de Andara en 1860. Esta obra en forma de novela romántica narra además de las andanzas de la Osa la historia de amor del protagonista con una dama e inglesa llamada Miss O'brien de la población de Panes en la ría de Tina Mayor (Asturias), además de su relación con otros personajes del pueblo de Beges ( Cantabria): el padre Juan, el cazador Rafael o el pastor Pedro. Vayan a continuación algunos extractos escogidos de esta obra que quizá puedan ser de interés a los aficionados al tema...
La Osa de Andara
Estudio psicológico
Por Joaquín Juste y Garcés
Madrid 1875
En este libro no se trata solo de una novela y de un viaje a los picos de Europa, sino de discutir y estudiar a un individuo de la especie humana, en el que solo , mediante una atenta observación, es posible descubrir al ser racional, aunque privado de toda idea de su noble origen y de su destino, una joven salvaje y monstruosa que nació y vivió en aquellas famosas montañas donde se la conoció con el significativo nombre de la Osa de Andará....(...)
Zona por donde solía moverse la Osa de Andara |
Pag. 88
_ !La Osa, la Osa!_ gritó a este tiempo Rafael cortando nuestro dialogo.
Este aviso del cazador nos determinó a todos a hacer un alto. Oímos a algunos pasos de nosotros el rugido de una fiera(...).
Pag.89
Imposible pintar la expresión de horror , extrañeza y confusión que se difundió por el semblante de Miss O'Brien ante aquel monstruo humano. Al pie de una gruta natural que formaban ente si algunos peñascos que al desprenderse habían rodado por el bosque, se hallaba tendida sobre un lecho de musgo aquella desdichada, en un estado de desnudez casi completo. Levaba por toda vestimenta un faldellín cerrado o zagalejo de pieles de cabra que sólo la cubría desde la cintura hasta las rodillas, y mal sujeta en el hombro derecho con un nudo una especie de zamarra ( ...). Sus carnes cubiertas por una capa de suciedad endurecida, sus largas uñas encorvadas como las de un águila, sus píes anchos y cortos en que apenas se distinguían los dedos los unos de los otros ni en longitud ni en volumen, sus manos encallecidas, su tronco redondeado por una desmesurada obesidad, y lo tosco de sus miembros le asemejaban en efecto a una osa.
Desfiladero de la Hermida |
Bajo un monte de pelo crespo, enmarañado y rígido asomaba la joven unos labios prolongados como los de un hocico, unos ojuelos brillantes e inmóviles como los de las serpientes, una nariz chata, una frente aplastada y estrecha, y unos pómulos prominentes y angulosos. Era en suma la cara de aquella mujer semejante a la de un orangután y algo más perfecta que la de una osa.
Pag.90
A una corta distancia trepaban por aquellos riscos unas quince cabras y algunos chotos juguetones y atrevidos. Llamé al tío Pedro, al que al acercarse a nosotros, le señalé con el dedo a aquel monstruo que nos miraba con impasibilidad estúpida.
_ Es la Osa de Andara_ nos dijo; _ la conozco mucho, y tanto que sólo de mi hace caso, y no siempre, esta fiera. Es natural de Camarmeño, y hará como unos 15 años que vive entre el Grajal y el Macondiu en verano y las cavernas de la entrada del Ujo por parte de la Hermida en invierno. Leche, castañas, raíces y maíz crudo son su ordinario alimento. Excepción hecha de algunas crías que reserva para que no mengüe su pequeño rebaño, se regala en la primavera y el otoño comiéndose crudos los cabritos que paren sus reses. Yo la he visto devorar uno de esos animalitos: en aquel momento rugía como una verdadera fiera, y lanzaba chispas por sus ojos. Cuando se alimenta con carne cruda, cae en una especie de letargo que le dura dos días, y no es raro en estas ocasiones encontrársela tendida e insensible entre las peñas rodeada de sus cabras.
Descendiendo de Andara desde Octubre hasta Marzo, a medida que la ahuyentan la nieve y los hielos; pero asciende desde la Hermida conforme mejora el tiempo. Es huerfana, y desde su mas temprana edad demostro su decidida predileccion por la montaña y aversion a penetrar en poblado. Esta infeliz es algo sorda, corta de vista, y no sabe pronunciar más que alguna que otra palabra. Cuanta más edad alcanza, más insociable se muestra.
Pag.91
Casi no tiene memoria, y no se la ha visto nunca reírse. Para llamar a sus cabras ahulla como los lobos. No hay revezo que suba como ella a los picos, y sólo ella desciende a los barrancos y abismos y sabe lo que en ellos hay. Una vez se halló frente a frente con un oso hambriento, y huyó el oso; en otra ocasión lucho con una serpiente de las llanuras de Lié bana, y ahogó a la serpiente entre sus dedos de hierro. Cuando se enfurece troncha las hayas, precipita en los barrancos enormes peñas, la emprende a palos con sus cabras, y desgraciado del que en esos momentos se acercase a ella; lo despedazaría como a uno de sus cabritos.
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